En 2012, el ex general fue condenado en Rosario por su responsabilidad en los crímenes cometidos en el Servicio de Informaciones, uno de los centros clandestinos de detención más grandes de la provincia de Santa Fe.
Ese mismo año, los Tribunales de esa ciudad decidieron que “no estaba en condiciones psíquicas” de afrontar otros juicios, y de esta manera eludió comparecer en otros procesos en los que era requerido.
En 2005, dos años después de que se anularan las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, Díaz Bessone fue procesado como organizador de una asociación ilícita en la denominada causa Feced.
En ese expediente se le imputaban 38 delitos de privación ilegítima de la libertad en concurso con tormentos y 15 casos de desaparición forzada de persona.