La medida va tan en serio que en el caso de que no se materialice el pago en un plazo de 28 días, el centro escolar podrá iniciar acciones legales contra el progenitor. Hasta ahora existía un sistema por el que los padres eran penalizados si sus hijos faltaban al colegio de forma injustificada durante el curso. Ahora, el mismo régimen de sanciones se extiende a Inglaterra y a Gales para los estudiantes que habitualmente llegan tarde.
Los gobiernos locales de todo el país tienen el poder de establecer los criterios para emitir multas para todas las escuelas en su área, incluyendo las academias y las conocidas como Free Schools, que tienen un sistema educativo mucho más liberal. La multa se aplicará a quienes lleguen tarde más de 30 minutos y además lo hagan de forma reiterada.