Los ciudadanos que participen deberán responder tres preguntas sobre si “rechazan y desconocen” la Constituyente promovida por Maduro, si “demandan a la Fuerza Armada obedecer y defender la Constitución” y si “aprueban” la renovación de los poderes públicos y la formación de un gobierno de unidad nacional.
Según los opositores, el plebiscito está avalado por varios artículos de la Constitución vigente. Sin el aval del Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado de servir al gobierno, la consulta popular no es vinculante, pero la oposición confía en que una votación de millones le permitirá torcerle el brazo al gobierno.
‘Marcará un antes y un después en esta lucha por recuperar la democracia en Venezuela”, dijo Julio Borges, jefe del Parlamento, de mayoría opositora, al considerar el plebiscito un punto culminante de la ola de manifestaciones.