Además resaltó que en muchas personas de Sudamerica "no hay solo motivos afectivos en quien pide la ciudadanía, sino sobre todo el intento de garantizarse un pasaporte europeo en momentos de dificultades económicas y tensiones políticas y sociales".
En la misma línea explicó que "nuestra ley sobre el 'ius sanguiinis' no pone límites, como la española que limita en el abuelo la posibilidad de obtener la ciudadanía". Giro recordó la gran cantidad de argentinos que demandó la ciudadanía en el año 2001 en plena crisis económica que desató el paso de 5 presidentes en cuestión de semanas.