Las principales subas del mes se registraron en equipamiento y mantenimiento del hogar, y alimentos y bebidas, cuya suba -1,5%- fue interior a la de períodos anteriores debido a la evolución de los productos estacionales (especialmente las frutas).
El IPC Core (aquel que mide el índice de precios al consumidor sin tener en cuenta los productos y servicios cuyos valores dependen de la época del año) continúa sin evidenciar una desaceleración significativa: en junio mostró una suba de 1,8%, en línea con el promedio de los primeros cinco meses del año. La inflación estructural todavía no abandona el rango del 20% al 25% anual de los últimos 10 años.