El principio del fenómeno fue recibido con aplausos y gritos de algarabía de miles de espectadores. "Fue increíblemente bello. Se me cayeron las lágrimas de emoción", contó en Charleston Heather Riser, una mujer de 54 años que viajó allí desde Virginia para ponerse en la trayectoria del eclipse.
Dejó en la oscuridad una franja diagonal de territorio que iba del noroeste al sureste. Como ella, decenas de miles de personas se trasladaron allí para aprovechar el momento único.