"Estimamos que el arrastre que deja julio ya está en 0,9%. Y a eso habrá que agregarle los incrementos que se vayan dando en agosto", explicó un analista económico. Hasta julio inclusive se acumuló una suba de 14% y se proyecta un piso del 23% para el 2017, un número que está lejos de ser el anhelado 17% que anunció el Central como meta para este año.
A fines de julio, los aumentos se hicieron notar sobre todo en rubros como los relacionados con harinas y panificados. Estos incrementos se verán reflejados en la inflación de agosto. A pesar de la suba del dólar, se pronostican bajos niveles de inflación para los meses de septiembre y octubre, lo que indican buenas noticias para el calendario electoral.