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“Me gustaría focalizar en el tema tarifas porque los subsidios van a disminuir un 16% nominal respecto del año pasado sin tener en cuenta la inflación de 2018, por lo que si las empresas no resignan ganancias, que es lo más esperable, vamos a tener incrementos tarifarios cercanos al 30%”, apuntó Grandinetti.
“Se le suman un ajuste importante en salarios que con suerte van a acompañar una inflación que rondará entre el 12% y el 15%, y el pago de intereses por deuda que con un 28% es lo que más ha crecido respecto del presupuesto vigente, más que la obra pública, más que el gasto social y evidencia un negocio silencioso pero rentable que tiene su epicentro en la bicicleta financiera”, continuó.
“Otro punto es la concentración de recursos tanto en CABA como en Provincia de Buenos Aires donde al ya asignado presupuesto se agregan 2000 millones de dólares para la compra de trenes”. Grandinetti destacó “la inequidad de que el 76% de lo que aportan los contribuyentes se lo lleve la Nación y sólo el 24% restante se reparta entre las provincias” y agregó que“una partida superior para Santa Fe permitiría realizar el puente Reconquista- Goya y la segunda traza del puente a Santo Tomé, entre otras obras imprescindibles”, subrayó.
“Además, hay un endeudamiento que se va acumulando y que habrá que afrontar en algún momento. El déficit estimado para este año era de 1800 millones de dólares pero en diciembre vamos a estar casi en 5500, tendencia que va a continuar en 2018, y a lo que hay que agregar los más de 300 millones de pesos por día pagados por intereses de las LEBAC”.
“Por otro lado hay que ser justo y serio. La economía parece ir acomodándose de a poco pero ese pequeño rebote que se comienza a notar respecto del año pasado todavía no llega al hombre de clase media, al laburante, a las pymes. No hay consumo en cuestiones básicas mientras que sectores como la construcción muestran un ritmo de crecimiento más sostenido”, indicó Grandinetti.
FUENTE DERF
