Macron había argumentado que la medida es imprescindible contra el elevado desempleo, que ronda el 10 por ciento. La reforma habilita el reforzamiento de los convenios sectoriales y empresariales, pero el despido se flexibiliza parcialmente.
Además, se limitarán las indemnizaciones por despido injustificado. El jueves al menos 132.000 personas en toda Francia salieron a la calle para protestar contra la reforma laboral, que entrará en vigencia ni bien se publiquen oficialmente los cinco decretos firmados, reseñó la agencia de noticias DPA.