Las mujeres sauditas buscaban ese objetivo desde hace muchos años y, ya en 2011 se puso en marcha la campaña 'Mujeres al volante'.
No obstante, las normas sociales impuestas por la máxima autoridad religiosa, el Consejo de los Ulemas, impedían su aprobación. A pesar de la prohibición imperante, algunas damas atrevidas se ponían al volante de sus vehículos, por lo que fueron castigadas.