En este sentido, han acordado "maximizar la presión sobre Corea del Norte por todos los medios disponibles", así como aumentar las capacidades militares conjuntas.
Durante su conversación, el mandatario norteamericano, confirmó que ha aprobado la iniciativa de Corea del Sur de levantar las restricciones respecto a las capacidades de carga de sus misiles, y ha dado su "aprobación conceptual" a la compra por Corea del Sur de un volumen de equipamiento y armas de producción estadounidense valorado en "muchos miles de millones de dólares".