La renuncia de Puigdemont a presentar sus alegatos contra la intervención de la región, anunciada por el presidente Mariano Rajoy, fue interpretada como otra puerta cerrada a una salida negociada a la crisis.
“Está claro que el señor Puigdemont no quiere dialogar”, señaló el portavoz del Gobierno central, Íñigo Méndez de Vigo. La incertidumbre ante horas decisivas quedó reflejada en la información contradictoria sobre la presencia de Puigdemont ante el Senado.
Una intervención que parece impracticable Intentos fallidos de independencia La prensa informó al principio que acudiría hoy por la tarde, pero el Gobierno catalán, con sede en Barcelona, confirmó luego que no lo hará ni hoy ni mañana, los días en los cuales había sido invitado.
El Senado nacional tiene previsto aprobar mañana la intervención de la autonomía de Cataluña, propuesta por Rajoy y basada en el artículo 155 de la Constitución. Rajoy prevé la destitución de Puigdemont y de su gobierno, y la convocatoria de elecciones autonómicas en un plazo de seis meses, entre otras medidas contundentes. El gran interrogante es cómo y cuándo responderá Cataluña a la intervención.