La vara quedó muy alta tras la salida de Coudet, y los hinchas canallas están acostumbrados a pelear arriba y se lo hicieron sentir a sus jugadores ante el Taladro, reprobando a algunos referentes y exigiendo poner...eso a los que se suele recurrir cuando el fútbol no aparece. Claro que el inesperado triunfo del miércoles ante el Xeneize cambió el humor en las filas auriazules, jugadores y cuerpo técnico renovaron el crédito y si bien saben que están ya muy lejos en el torneo, esto recién empieza.
Boca es el campeón del fútbol argentino, marchaba invicto en cuatro presentaciones y había marcado claras diferencias con sus rivales de turno. Pero Central lo hizo morder el polvo en la tierra del buen vino. Sin jugar mejor, pero mostrando mucho coraje, el elenco rosarino se las ingenió para superar una instancia muy complicada, ante un rival de fuste.
Hoy tendrá un nuevo compromiso, en los papeles menos exigente, contra rivales de menor jerarquía, pero no debe descuidarse. Deberá proponer mucho más fútbol que el que mostró ante Boca si quiere ganar, no siempre se gana sólo con garra, y precisamente fútbol no le viene sobrando. Tendrá a Zampedri en la delantera, una carta de gol que junto al chaqueño Herrera, de buen rendimiento en los últimos partidos puede darle lo que vino a buscar.
