Para tratar de acomodar una situación financiera cada vez más compleja, el juez Fabián Bellizia aplicó una medida cautelar solicitando la apertura de una cuenta corriente en el Banco Municipal de Rosario y transferir luego las cuentas sueldos de los jugadores y empleados de la actual entidad bancaria privada donde se encuentran, para que estas situaciones no vuelvan a producirse.
Con esta medida, el magistrado dejaba a los directivos prácticamente sin el manejo del flujo de dinero que entra a la institución, que pasa a manos de una coadministración. Ante esta situación, los directivos, con los abogados de la entidad, presentaron una medida revocatoria contra el juez. La definición ahora quedó en manos de la Cámara de Apelaciones.