La nueva red comenzó a ser instalada en los últimos meses a modo de piloto en siete estaciones de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, y se estima que el modelo de negocio estimule a una rápida expansión a partir de 2018. “Para los expendedores, la gran ventaja de los cajeros de conveniencia está en que se podrán reducir los costos actuales del transporte de caudales, que son exorbitantes”, señaló Pessi.
Los estacioneros cobrarán además una comisión de acuerdo con el número de extracciones de billetes que se realicen a través de las máquinas expendedoras, que se identificarán bajo la denominación “Cajero Express” o tendrán marcas propias.