“Considero que hicimos una muy buena elección, garantizando 3 bancas para el justicialismo que lo posiciona como segunda fuerza en el Concejo rosarino, teniendo en cuenta que luchamos en la adversidad contra tres oficialismos: Cambiemos y los socialismos provincial y local”, destacó Sukerman.
“En 2015, como candidato a la intendencia fui tercera fuerza, de modo que en esta instancia desplazar al socialismo es una muestra de crecimiento para nosotros”, continuó. “El oficialismo en Rosario atraviesa un período de desgaste natural; siempre se dan procesos en donde unos suben y otros bajan, y en nuestro caso entendemos que estamos haciendo las cosas bien”.
“Conseguimos el respaldo de la población por nuestra forma de ser, por nuestra transparencia y por las ideas que defendemos, lo que significó un castigo para una gestión municipal que apenas obtuvo un 16% en la ciudad de Rosario, surgiendo evidentemente que el otro 84% le votó en contra”, expresó Sukerman.
“La gente valora que nuestra defensa del rosarino se extienda a todos los planos y no sólo al local. Si tenemos que criticar a Lifschitz que también aplica tarifazos y tiene una política errática en materia de seguridad, y al gobierno nacional que genera ajuste y pérdida de empleo, así lo vamos a hacer”, remarcó.