A raíz de las irregularidades de los restaurantes y bares de la Rambla Catalunya, Roberto Sukerman y Norma López insistieron en el proyecto de su autoría, que data del 2013, para que "todas las concesiones municipales pasen por el Concejo, sin excepciones".
"Resulta imperioso que el cuerpo recobre su facultad propia de contralor y que las concesiones de espacios públicos vuelvan a ser tratadas y aprobadas en su seno", señaló Sukerman.El proyecto del año 2013 nunca fue aprobado por el socialismo y sus aliados. "Es necesaria la pronta resolución y aprobación de nuestro proyecto de regulación integral de la concesiones de espacios públicos para que situaciones de irregularidades no vuelvan a repetirse".
"Debe ser el Concejo el que determinen el uso que se le dará al espacio público, evaluando la ecuación económica financiera del emprendimiento y estudiando el impacto ambiental", remarcó el concejal electo del justicialismo.
Por su parte, Norma López especificó: "Debemos contar con mecanismos claros para la administración, mantenimiento, explotación y uso de espacios públicos de modo que no quede al arbitrio del concesionario o del funcionario público interviniente de turno. Debemos contar con una herramienta para que estas cosas no vuelvan a ocurrir".
En ese sentido, Sukerman remarcó: "Cuando la Municipalidad quiere otorgar a un privado un espacio público en general en espacios privilegiados, sobre el río, en lugares realmente estratégicos, debe darse el debate en el concejo municipal porque antes de resolver sobre la concesión en sí, lo que hay que resolver es si queremos o no queremos privatizar ese espacio publico, esa es la primera parte que hay que discutir".
Sin embargo, destacó que el socialismo "no lo quiere aprobar". "A punta de lapicera resuelven sobre los espacios públicos de la ciudad sin pasar por el Concejo y además el Estado pierde su poder de control. Es imperioso realizar una auditoría y que se determine el monto del perjuicio que hicieron estos bares concesionados", cerró.
