"El sindicato debió asumir un golpe durísimo porque no quedaban alternativas" dijo en declaraciones a Radio 10 y describió: "no nos dejaron alternativas ante las amenazas de despidos. Es como el chiste del prisionero que está condenado a muerte y acepta el 'dunga-dunga'".
De acuerdo con Martínez los trabajadores fueron "víctimas de una extorsión por parte del Gobierno Nacional" y reconoció que el acuerdo firmado significa "un recorte de nuestro salario y una pérdida del poder adquisitivo".