Dicen que lo que cuesta vale, y vaya si le costó a este Central renovado doblegar a un equipo superior en los papeles, lleno de nombres y que venía hasta hace apenas quince días derechito para campeonar sin tropiezos. Es cierto, el Xeneize llegaba luego de caer ante Racing, mostrando que también es vulnerable, además sin su máximo goleador (Benedetto), lesionado, y sin su su reemplazante (Bou).
Tras la salida de Montero del banco local, Fernández le dio a Central nuevos aires, y el equipo ahora pelea en toda la cancha, mete cuando hay que meter y juega cuando se puede. Hoy salió a hacer presión alta, de entrada a morder en cada cruce. Ruben metió la cabeza tras un córner y marcó el gol tempranero, que le dió algo de tranquilidad.
Después pasó de todo, peleas, reclamos, jugadas dudosas, fallos arbitrales discutibles, y poco fútbol. Central le peleó a Boca en toda la cancha, no le sacó la pelota, pero no lo dejó jugar. Ruben pudo aumentar desde afuera del área, pero se fue cerca. Boca recién arrimó peligro sobre el final, cuando un cabezazo de Camacho casi se le mete por encima del cuerpo a Ledesma. Losteau expulsó a Goltz, por doble amarilla, pero nunca se notó.
La segunda mitad hacía presuponer que los de Fernández, en superioridad numérica harían valer la ventaja y el hombre de más, pero eso nunca sucedió. Pudo aumentar con dos jugadas de Carrizo, en la primera el arquero visitante la sacó con esfuerzo, en la segunda se fue apenas desviado. Despues Central se replegó, cedió el protagonismo y sufrió. Camacho metió un cabezazo de pique al piso tras un córner, pero otra vez Rossi, el arquero dijo no.
En un par de empellones Boca casi llega a la igualdad, tras varios rebotes, Cardona, que debió haber sido expulsado previamente por varias patadas sin pelota casi se viste de héroe, pero su remate se estrelló en el palo, cuando Ledesma estaba vencido. El partido terminó con un Central replegado, y sufriendo, pero el triunfo fue merecido.