La versión coincide con otro trascendido que surgió desde la Marina de los Estados Unidos que habría localizado con uno de sus aviones una "mancha calórica", que se correspondería a un objeto metálico, a unos 300 kilómetros de la costa de Puerto Madryn y a unos 70 metros de profundidad en el Atlántico Sur.
La señal, sin embargo, no sería suficiente para determinar si el objeto detectado es, en efecto, el submarino desaparecido o los restos de algún naufragio ocurrido en la zona. De todos modos, las fuentes reconocieron que la orden enviada pasadas las 20 fue la de dirigirse "a máxima velocidad" ante la posibilidad de que el "objetivo material" fuera el ARA San Juan.