El ministro de Justicia, Germán Garavano, se sumó a los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri en opinar sobre la sorpresiva detención del exvicepresidente Amado Boudou, en una causa por enriquecimiento ilícito iniciada hace 5 años en la que ahora se lo acusa por asociación ilícita y lavado de dinero, lo que llevó al juez a ordenar su prisión preventiva, junto a su socio y amigo, José María Núñez Carmona.
Garavano consideró que la medida es “legal” y destacó que la prisión preventiva "es una herramienta útil”, aunque reclamó que "tenga una regulación más específica".
"Entiendo que es una detención legal. Esto es distinto de la difusión de determinadas imágenes. Creemos que son cosas que no tienen que ver con el proceso penal", señaló el funcionario en declaraciones radiales.
