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La recategorización de oficio, una de las más “temidas”, debía comenzar a aplicarse desde mediados de octubre, sin embargo, se postergó para el mes de enero. De esta forma, la AFIP da una tregua a todos los inscriptos que quedaron bajo sospecha, porque tras la última recategorización voluntaria (que cerró el 5 de octubre) no lograron justificar su nivel de gastos realizados con tarjeta de crédito con la facturación declarada.
Se trata de una suerte de “segunda oportunidad” para todos aquellos que deban regularizar su situación, evitando así aparecer en los listados de excluidos que se publican regularmente en el Boletín Oficial. En enero habrá un ordenamiento de los inscriptos, ya que comenzarán a regir los nuevos valores de pago mensual y las franjas por categoría.
Todas las cifras actuales se ajustarán un 28%, tal como surge de la aplicación de la fórmula que se utiliza también para actualizar las jubilaciones. Este es el porcentaje determinado para 2017, que se ubica unos 3 puntos por encima de la inflación del año. Así, en los primeros días de 2018 habrá una nueva oportunidad de cambiar de categoría, en función de las nuevas escalas y cuotas.
