En primer lugar califica como “inadecuada, parcial e incompleta” la primera autopsia realizada por el forense de Instituto Médico Legal (IML) Lucas Kuverling. Menciona que en esa primera evaluación se omitieron exploraciones esenciales, no se requirieron “estudios complementarios ineludibles”, ni tampoco el estudio se ajustó a los estándares profesionales fijados por el Protocolo de Minnesota.
Además menciona que ciertos puntos no pudieron ser estudiados en la segunda autopsia porque la primera destruyó pruebas irreproducibles, ya sea por impericia, negligencia o con el fin de encubrir el hecho. Por esta razón la familia denunció penalmente Kuverling.