Temer invitó a unos 300 parlamentarios a una cena este miércoles en la residencia oficial para acordar el apoyo a su proyecto, informó la oficina de prensa del Palacio del Planalto. El proyecto, enviado hace meses al Legislativo, fue revisado para hacerlo más aceptable para los congresistas que temen votar una ley que tiene altos índices de rechazo en la opinión pública.
"Temer admite que la reforma de la Previsión no será muy amplia", publicó el diario O Globo, citando un comentario formulado ayer por el jefe de Estado. Temer reconoció que es necesaria una campaña de "esclarecimiento" porque se divulgaron "manifestaciones equivocadas" sobre la previsión que causaron preocupación.
Uno de los temas más resistidos es el aumento de la edad mínima para recibir la jubilación, según revelaron varios sondeos. Luego de la reforma constitucional que estableció un techo en el gasto público y la nueva ley laboral, que entró en vigor este mes, la reforma previsional es el objetivo más ambicioso del Palacio del Planalto.