Sobre la comparación con la reforma brasileña, dijo que “en algunos temas es idéntica”, pero recalcó que falta “el capítulo de relaciones colectivas de trabajo, todo lo vinculado con la negociación colectiva, con los sindicatos y con el conflicto”.
“Entiendo que será para la etapa en que abandonen el gradualismo, pero de todas maneras con lo que tiene alcanza y sobra”, apuntó. “En general el proyecto no trae nada bueno para los trabajadores, ni nada nuevo para las relaciones laborales en Argentina. Es el viejo libreto empleador conocido”, señaló, pero destacó “cómo esto va a afectar inmediatamente, una vez sancionado, la vida de los argentinos”.
Con respecto a la idea de liberalizar las relaciones laborales, recordó que “esas palabras, el primero que las pronunció y nunca más se volvieron a repetir, fue José Alfredo Martínez de Hoz, el 3 de abril de 1976, cuando anunció cuál iba a ser el programa económico y social del golpe cívico-militar”.