En promedio, los chicos se inician en trabajos en zonas urbanas o rurales a los 11 años en el país, una edad en la que tendrían que estar abocados al estudio en la escuela y a actividades recreativas.
La cartera que conduce Jorge Triaca reveló, en una rueda de prensa, los primeros datos de la Encuesta de Actividades de Niñas, Niños y Adolescentes (EANNA), para la que se realizó un relevamiento en todo el país.
La tasa de trabajo infantil en la Argentina es del 9,4%, mientras que en el promedio de los países desarrollados está en el 7,3%, pero el Gobierno explicó que eso responde a la manera en que se define del trabajo infantil.
El Gobierno de Cambiemos definió a este flagelo como la actividad económica o estrategia de supervivencia, remunerada o no, realizada al menos una hora a la semana por niños y niñas que no tienen la edad mínima de admisión al empleo o trabajo.
José de Anchorena, subsecretario de Estadísticas, Estudios y Políticas Laborales, comentó que el Gobierno decidió hacer esta encuesta, en la que responden directamente los niños para contar con datos sobre el trabajo infantil para la formulación de políticas públicas.
La última encuesta de este tipo había sido realizada en 2004, por lo que ahora el Gobierno trabajó sobre una población objetiva de 8.965.801 niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años, que residen en viviendas particulares.