Desde la vigencia de la Ley de Descanso Dominical, los pequeños comercios vieron incrementada su facturación en un 30% ese día. Esto implicó una inyección de unos $10 millones a su economía.
“Algunos almaceneros habían optado por cerrar los domingos, aprovechando que no estaba esa competencia desleal y llegaron hasta a duplicar sus ingresos”, analizó Juan Milito, titular del Centro Unión de Almaceneros.
Explicó que "este dinero extra les sirvió para hacer frente a los enormes tarifazos aplicados en los últimos años, y hasta alcanzó a compensar la caída de ventas el resto de la semana".
“Para nosotros la decisión de declarar inconstitucional la norma es un gran golpe que nos veíamos venir, pero que pinta un panorama muy oscuro para el sector”, se lamentó.