Pero el efecto político en la región sin dudas será muy fuerte: esta decisión podría generar un rebote en otras administraciones enfrentadas con los países de izquierda nucleados en el ALBA que tienen desde hace muchos años un manejo bastante controlado de la Unasur.
Según evaluaron ante Infobae cuatro fuentes calificadas del Gobierno, las razones por las que Macri cree que "el tiempo de la Argentina en la Unasur está agotado" son muchas. Por empezar, los países del ALBA que integran Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia se opusieron a la candidatura de José Octavio Bordón que propuso la Argentina como secretario general de este bloque regional.
A la vez, como presidencia pro témpore de la Unasur este año la Argentina había propuesto un plan de acción con proyectos de infraestructura, interconectividad, acuerdos comerciales y otros esquemas de confluencia regional que quedaron frenados por la oposición acérrima de los países de tinte chavista.
"Creemos que la Unasur es un organismo creado en un momento político que hoy no refleja el intereses de la mayoría de los presidentes de la región", dijo sin vueltas un destacado funcionario del gobierno que repasó con Macri este tema en los últimos días.
Por otra parte, al menos tres funcionarios de jerarquía del Gobierno admitieron que el bloqueo de Venezuela y Bolivia a las propuestas de la Argentina y de otros países alineados con Macri generó una suerte de "parálisis" de la Unasur. Esto es: no hubo en este último año avance alguno en materia de proyectos de infraestructura o de coordinación de tareas ante crisis políticas concretas como la situación de Honduras o Ecuador, mucho menos de Venezuela.