El oficialismo en el Congreso llevará adelante el trámite “con la prudencia necesaria, pensando en términos institucionales y no partidarios”.
El temor del Gobierno es que la medida sobre Cristina -o los otros detenidos- inaugure una deformación procesal. Es decir, que se le abra la puerta a la Justicia a la posibilidad de procesar y detener con prisión preventiva a un sinfín de funcionarios de cualquier Gobierno.
“Nos parece un exceso y sienta un precedente peligroso. Estamos siguiendo el tema con mucha cautela”, aclararon.