Requieren el voto de la mitad más uno de los recintos sin importar cuantas bancas haya vacías. Un número que no consiguió en la sesión que sancionó la reforma previsional en Diputados. En la agenda que los líderes parlamentarios del oficialismo tienen en sus despachos figura la idea de debatir la reforma electoral en febrero, pero lo creen poco probable.
Apurar un consenso no tiene sentido si la idea es llegar a 2019 sin boleta papel, un objetivo no compartido por la mayoría de los gobernadores. Sus senadores frenaron la ley el año pasado y por ahora nada indica que hagan lo contrario si se vuelve a tratar.