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Tras el anuncio del paro, desde el sindicato precisaron que la medida de fuerza podría levantarse en caso de que en el próximo encuentro entre las partes –prevista para el mismo miércoles a las 9- aparezca un acuerdo.
Por el lado de la cámara de estacioneros, los titulares cuestionaron la intransigencia del gremio y recordaron que vienen llevando adelante gestiones con los gobiernos por la baja de impuestos como así también con las petroleras por el margen de rentabilidad.
El conflicto entre los empleados y los dueños de estaciones de servicio también está cruzado por la decisión de la patronal de dejar de aceptar tarjetas de crédito para vender combustibles, una medida que argumentan en la demora en los pagos por parte de los bancos y en los porcentajes que éstos les cobran. Los empleados resisten esta medida porque consideran que los exponen a situaciones de inseguridad, ya que los obliga a manipular dinero en forma exclusiva.
