Durante la dictadura, Cesio declaró que "bandas integradas por militares han usurpado el gobierno se cometen delitos aberrantes como el secuestro, la tortura y el asesinato de miles de personas".
El apoyo a los organismos de derechos humanos le costó que fuera degradado en su rango militar, honores que recién le fueron restituidos en 2006, cuando fue ascendido a general de brigada a instancias del Gobierno de Néstor Kirchner.
Cofundador en 1984 del Centro de Militares para la Democracia Argentina (CEMIDA), integrado por uniformados que querían poner a las Fuerzas Armadas en sintonía con los valores de democracia y la Constitución nacional, Cesio prestó colaboración para que pudieran avanzar los procesos judiciales contra los responsables de delitos de lesa humanidad.