Según publicó el economista Ismael Bermúdez en Clarín, el argumento del dictamen de Saravia Frías que sostiene que la menor capacidad de compra sería momentánea y se compensaría en el futuro es falso, ya que son los propios datos los que objetan su teoría.
El Procurador admitió que “la fórmula propuesta (por el Gobierno actual, que tiene media sanción del Senado) implica que en marzo el ajuste de los haberes es menor al que sería si se diese el ajuste por inflación de todo el semestre (promovido por la ley tal como está vigente), dado que solo se hará por la inflación de julio a septiembre de 2017”.
Según la versión del funcionario del Gobierno, no obstante, “en junio se recuperaría esa diferencia, ya que entonces se ajustaría por la inflación de octubre a diciembre de 2017, recuperándose antes del ajuste de septiembre, que sería el que estaría vigente si no hubiese cambio en la fórmula, la inflación del semestre julio-diciembre de 2017”.
Sin embargo, la tesis PRO es falsa: si se aprueba el proyecto de Macri, en marzo de 2018, los jubilados y beneficiarios de programas sociales recibirían un aumento del 5,7%, por la inflación y suba de salarios de julio-septiembre de 2017, en lugar del 14,5% por el período julio-diciembre de 2017 que reconoce la actual fórmula promovida por el kirchnerismo. Esa modificación implica una pérdida de casi 9 puntos, que, por ejemplo, para una jubilación de $10.000 significa que en lugar de $1.450, el aumento será de $570, es decir $880 menos.