Desde anoche el edificio legislativo fue vallado a una distancia muy superior a la del jueves, se dispuso el control exhaustivo de cada uno de los manifestantes que concurren a la marcha, se controlan los ingresos a la Capital Federal, se revisan los ómnibus y hasta se filma a los manifestantes, como se observa en la fotografía que acompaña la presente nota.
En medio de la que promete ser una masiva manifestación contra la norma que ya cuenta con media sanción del Senado, una jueza dispuso la prohibición de disparar gases lacrimógenos y balas de goma a los manifestantes, salvo en casos de extrema necesidad o desbordes.