“Yo diría que tenemos que ir de mayor a menor al analizar las reformas. En términos prácticos es muy modesto el cambio que proponen. Habrá que hacer bien los números finos, pero creo que quedan a mitad de camino de la pretensión objetivo fiscal que tiene el Gobierno y con el paso del tiempo, si se cumplen, van a ayudar muy modestamente a la competitividad”, señaló.
El economista añadió, no obstante, que “el mayor mérito de las reformas es el de empezar”. “Estas iniciativas, más allá de sus resultados, ayudan a blanquear la fantasía que estábamos viviendo; el caso previsional es el más evidente de todos. Pero también el de las provincias y el pacto fiscal”, precisó.