“Consideramos necesario poner a disposición de forma clara y accesible a los posibles consumidores, cuáles son los lugares habilitados y los profesionales capacitados para realizar este tipo de prácticas”, remarcó Poy.
El propio Concejo destacó en su decreto que “existen altos riesgos sanitarios por el mal uso o el uso inescrupuloso de esta tecnología, por aquellos que transforman la medicina en un negocio económico”, a la vez que puntualizó que “en tratamientos con tecnología láser no invasiva se trabaja en todos los estratos de la piel, epidermis, dermis e hipodermis, motivos más que suficientes para considerar que estos equipos no pueden ser operados por cualquier persona”.