Así, proyectado a todo el país, más de 4,7 millones de asalariados están trabajando en la informalidad. Significa que no tienen ni descuento jubilatorio ni de salud por lo que carecen de la cobertura de una obra social y en su gran mayoría cobran menos y tienen menos beneficios laborales que el resto de los empleados registrados.
En la principal región del país -Capital y GBA- el empleo en negro subió del 33,7 al 34%, pero trepa al 37,1% en el conurbano bonaerense. Y alcanza los máximos del 45,7% en Salta, 43,7% en Tucumán y 42,7 en Santiago del Estero. En la otra punta, con el 10,1% se ubican Ushuaia-Rio Grande y Comodoro Rivadavia con el 16,5%. En la Ciudad de Buenos Aires, en un año, aumentó de 20,8 a 23,6%.