En el informe de conclusión de la consulta del Artículo IV con Argentina, el directorio del FMI indicó que las medidas del Gobierno “han afianzado la economía y han corregido muchos de los más apremiantes desequilibrios macroeconómicos”.
“Argentina está experimentando una sólida recuperación tras la recesión del año pasado y, pese a la consolidación fiscal prevista y los esfuerzos de desinflación en curso, se espera que el crecimiento se consolide en los próximos años. La inflación continúa disminuyendo, aunque a un ritmo más lento que el fijado como meta del Banco Central”, detalló.
En 2017, el FMI observó que se afianzó el consumo privado “gracias al aumento de los salarios reales y un dinámico crecimiento del crédito, y la inversión privada también está repuntando Una mayor demanda interna transformó el superávit comercial en déficit e incrementó el déficit en cuenta corriente”.
En este contexto, advirtió que “se prevé que el déficit fiscal del gobierno general aumente este año, a pesar de la reducción del déficit primario, y su financiamiento ha dado lugar a un rápido aumento del endeudamiento en moneda extranjera”. Los directores coincidieron en que “un menor déficit fiscal reduciría las vulnerabilidades externas, generaría credibilidad y ayudaría a anclar las expectativas de inflación”.