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Toniolli pide a Fein que si no están de acuerdo con la ordenanza del Glifosato vete la norma


Frente a declaraciones públicas realizadas por ediles del Frente Progresista y el Pro, en las que - para justificar el cambio de opinión con respecto a la decisión tomada el 16 de noviembre de este año por el Concejo Municipal de prohibir el uso del glifosato en la ciudad de Rosario - argumentan no haber tenido el tiempo suficiente para analizar la norma en cuestión, intentando instalar la idea de un tratamiento express e irresponsable, debemos rechazar terminantemente esas afirmaciones por falaces.

El Concejo Municipal de Rosario, en el marco de la Comisión de Ecología y de su Consejo Asesor (integrado por organizaciones de la sociedad civil), ha debatido en reiteradas ocasiones iniciativas de organizaciones ambientalistas, de particulares, e incluso de ediles, que promovían ésta y otras iniciativas destinadas a morigerar el impacto de la aplicación de este tipo de productos en nuestra ciudad.

El 10 de diciembre del año 2011, el cuerpo votaba la Ordenanza 8.871 (de autoría de los concejales Pablo Colono, Fernando Rosúa, Arturo Gandolla, Oscar Greppi, Alberto Cortés, Mariana Alonso y Aldo Gómez) que prohibía la aplicación aérea de productos fitosanitarios en todo el ámbito de Rosario, fijaba la frontera agronómica de la ciudad, y establecía prohibiciones para el uso de distintos tipos de agroquímicos en función de la distancia a la que se encontraran de esa frontera (o de cursos de agua como el Ludueña, el Saladillo, el Canal Ibarlucea y el Salvat) los predios en los que pretendían ser aplicados.

Aquella Ordenanza nunca fue reglamentada por el Ejecutivo Municipal. Ya con la actual composición del Concejo, en octubre de 2016, el cuerpo aprobó por unanimidad un decreto mediante el que solicitaba al Ejecutivo que analizara la factibilidad de prohibir la aplicación del glifosato en todo el ámbito de la ciudad. El requerimiento nunca fue respondido.

La Ordenanza hoy cuestionada por distintas entidades agropecuarias y firmas de agroquímicos, nació de un proyecto ingresado por los concejales Miatello y Salinas el 10 de octubre del corriente año, que pasó por las comisiones de Ecología y de Salud, que le dieron despacho positivo, y fue aprobado por unanimidad en el recinto, luego de varias intervenciones de tono celebratorio de distintos ediles.

Resulta inverosímil que a 28, 15 o 10 concejales se les haya escapado el contenido de la norma votada. A otro perro con ese hueso. Si a la intendenta Mónica Fein le asiste la íntima convicción de que la Ordenanza en cuestión resulta perjudicial para la ciudad y sus habitantes, debería vetarla sin más, y no someter a un grupo de concejales y concejalas al triste ejercicio de tener que alegar su propia torpeza.

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