Sin embargo, evitó dar detalles sobre cuándo se concretará la iniciativa ni quién la financiará. El vicepresidente norteamericano, Mike Pence, y varios astronautas retirados acompañaron al mandatario durante el acto. Según expertos en el espacio, para llegar al planeta rojo -que está a 225 millones de kilómetros de la Tierra- harán falta un mega despliegue técnico y miles de millones de dólares.
"Hoy nos comprometemos a que él no sea el último", afirmó Trump delante de Harrison Schmitt, uno de los los últimos estadounidenses en caminar en la Luna hace 45 años. El presidente prometió que su país mantendrá el lugar de líder de la exploración espacial y dijo: "Soñamos en grande". El magnate inmobiliario está en línea con su predecesor, Barack Obama, con el objetivo de una misión tripulada a Marte.
Unas semanas antes de dejar el poder, el expresidente había contado que tenía "un objetivo claro para el siguiente capítulo de la historia de los Estados Unidos en el espacio: enviar humanos a Marte en la década de 2030 y traerlos de vuelta a la Tierra sanos y salvos".