De acuerdo a su estudio, los vendedores subieron 40%, lo que –sumado al deterioro económico- contribuyó a que cayeran 70% las ventas ante el exceso de oferta.
“Hay muchos que se colocan en la calle, otros en ferias como la Retro de Oroño y Wheelwright, que empezó siendo de una cuadra y ahora es de casi seis”, señaló.
Además advirtió al municipio sobre la necesidad de regularizar la situación de estos trabajadores. “Se trabaja sin baños químicos, se otorgan permisos a quienes no lo necesitan y en muchos casos volvió el trueque”, relató.