Según el funcionario, los aumentos tarifarios son necesarios "para recuperar un sistema energético que sea remunerado acorde al servicio que se le presta. Lo que se destruyó en 12 años cuesta un tiempo recomponerlo".
Aranguren recordó que desde el mes que viene, los usuarios de luz y gas sufrirán aumentos "de entre un 18 y 20%; luego restan incrementos, pero son menores".
El ministro comentó que cuando llegaron al Gobierno, "el costo de producir un megawatt era 960 pesos y pagábamos 90 pesos en nuestras casas. De ese subsidio estamos en el 55%. Cuando no hay tarifa, no se invierte y por lo tanto no hay mantenimiento".
"Por eso, estamos corriendo de atrás en las reparaciones que no se hicieron en la última década. Todavía hay gente que tiene muy buen poder adquisitivo y pone el medidor a nombre de la abuela" para pagar la tarifa social, enfatizó el funcionario. Y añadió: "lo importante es que semestre a semestre vayamos encontrando mejoras en la calidad".