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Se jugaban apenas 40' segundos de partido, cuando Ezequiel Bonifacio inició una jugada por la derecha y tras un centro de Niell y la posterior asistencia de cabeza de Faravelli, definió debajo del arco sin que Ledesma pudiera hacer nada para evitar la apertura del marcador.
Gimnasia aumentó tras un córner por intermedio de Colazo, que ingresó por detrás de todos, sin marca y de volea, metió un tremendo zapatazo para decretar el segundo. El elenco auriazul comenzó entonces a hacer lo que mejor le salió en la noche, a meter centros en el área. En uno de ellos, Germán Herrera la empujó de cabeza y descontó, cuando parecía que el partido comenzaba a quedarle lejos al elenco rosarino.
Tras unos primeros treinta minutos intensos en los que a Central le costó acomodarse, comenzó a jugar mejor y en otro centro, esta vez dese la izquierda Zampedri estampó su cabezazo en el palo, en lo que podía haber sido el empate. Se fueron al descanso habiendo jugado un entretenido primer tiempo, plagado de emociones.
En el segundo, Central volvió a jugar mejor que su rival, a pesar de las limitaciones de tener once jugadores en cancha que nunca habían jugado juntos, insistió en los centros y otra vez Zampedri estrelló otro testazo en el palo, tras una excelente jugada individual, que hubiera sido el empate, a esa altura merecido.
Gimnasia apeló a la experiencia para apagar el ímpetu de los pibes canallas, el arquero fingió una lesión, se perdieron un par de minutos y eso les permitió a los locales tomar aire, salir un poco más arriba y terminar con un dominio auriazul que se extendió por más de media hora. Con un equipo lleno de juveniles y suplentes, los de Fernández dejaron una buena imagen en La Plata, a pesar de la derrota.
Para la próxima fecha, para recibir a Unión el DT perdió a Herrera por la quinta amarilla, pero quizás recupere a Tobio y Camacho. El transfer del colombiano Cabezas no llegó a tiempo hoy y el cafetero no pudo hacer su debut con la camiseta auriazul, que podría darse en el Gigante.
