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Ya es sabido que la época de las vacas flacas llegó a Arroyito. Ya no está la plata de las ventas millonarias al exterior, jugadores como Cervi y Lo Celso, tampoco Pinola, Donatti, Musto, Larrondo, y Salazar, por nombrar algunos que le dejaron buen rédito a la tesorería del equipo auriazul.
Central malgastó recursos, económicos y futbolísticos. Trajo media docena de marcadores centrales mediocres, Guizzi, Ortíz, Leguizamón, Menosse, Torsiglieri <por el que pagó más de dos millones y medio de dólares>, y en ataque, se dio un lujo caro como tener por apenas un año a Teo Gutierrez, a préstamo en una curiosa operación que le costó casi tres millones de dólares, y en la que poniendo dos más se quedaba con el jugador, pero finalmente desistió y terminó abonando la cesión más cara del mundo.
Pero a los desaciertos económicos de haber dilapidado recursos extraordinarios, que se obtienen excepcionalmente, ya que jugadores de ese calibre salen de inferior un par por década, con suerte, le sumó decisiones inexplicables que terminan de coronarse hoy planteando en la cancha un elenco lleno de improvisaciones como no merecen sus socio y simpatizantes.
La cantera canalla siempre fue un cúmulo de virtudes donde los entrenadores siempre pudieron respaldarse, si lo sabrán Don Ángel Zof, Pedro Marchetta o el mismísimo Fernández. Pero mandar jugadores a la cancha sin su debida preparación y madurez puede salir muy caro. Además si en el plantel se cuenta con recursos propios, en los que se invirtió mucho tiempo y esfuerzo y se cede jugadores de manera infantil, sin tener el más mínimo dejo de previsibilidad, la cosa puede ponerse fea.
La desesperación con la que la CD auriazul se sacó de encima juveniles que hoy necesitaría es pasmosa. A Ijiel Protti, goleador de la Copa Santa Fe, cuando aún no había terminado ni siquiera esa competencia fue llamativa, hoy podría ser primer suplente ante la ausencia de Ruben, pero está en Chacarita a préstamo.
Matías Mansilla, un gran proyecto de buen número 5, que podría alternar Maxi González está en Quilmes, se intentó repatriarlo, pero el Cervecero se opuso. Feliz Banega, ahora en Ferro Carril Oeste, estaba maduro para alternar. Jonás Aguirre se fue luego de volver de México a Belgrano, hoy podría ser alternativa por el lateral izquierdo de la defensa, permitiendo el adelantamiento de José Luis Fernández.
Además, en cuanto a los marcadores centrales, Alarcón fue cedido a Villa Dálmine, se rompió los ligamentos cruzados, entonces la sociedad de beneficencia auriazul no tuvo mejor idea que mandarles a Alfani en su reemplazo, el defensor más experimentado y con buenas chances de ingresar en el primer equipo, y hoy, ante la lesión de Ortiz, y las bajas de Martínez y Tobbio improvisa una dupla de centrales con un pibe que más allá de sus buenas condiciones tiene un solo partido en primera y un extranjero que apenas conoce a sus compañeros, ya que llegó hace apenas hace cinco días al país.
También por decisión de esta comisión directiva se pagó casi un millón de dólares por el 50% del pase Ruso Rodríguez, teniendo tapado a Jeremías Ledesma, un arquero que demostró que no era necesario dilapidar el patrimonio de esa forma y que puso de manifiesto la equivocación con la salida del ex Independiente a la segunda división de Japón.
Los desaciertos dirigenciales en cuanto el tema refuerzos son muchos, pero los préstamos de juveniles "para darles rodaje", son ingenuos. El elenco rosarino tiene por delante triple competencia este semestre, todos hubieran tenido posibilidades de mostrarse, pero primó la improvisación y una generosidad desmesurada, casi infantil pensando bien, que ningún equipo tiene para con El Canalla.
