Señaló que para que la actividad sea rentable deberían percibir $7 por litro sin IVA. Encima los costos de producción subieron 50% el año pasado, según Aimaro. “Sólo pueden pelearla los que tienen campo propio, pero la mitad de la leche de la Argentina se produce sobre campo alquilado. Los tamberos se están descapitalizando y la inversión es nula”, dijo el dirigente al mencionado diario.
A esto se suma una drástica caída del mercado interno al que los productores destinan el 80% de la producción. Teniendo en cuenta que en la góndola se paga cerca de $30, está claro que los intermediarios son quienes hacen el negocio. “En la reunión que tuvimos con el presidente Mauricio Macri les pedimos que se abra la cadena para saber dónde están las distorsiones. Nos contestó que no van a intervenir ni poner ningún tipo de reglas”, se lamentó.