Lagos, estanques, orillas de ríos o piscinas privadas congeladas son algunas de las escenas que deja la ola de frío, que obligó a suspender algunas celebraciones tradicionales por el nuevo año y que ya había provocado tres muertes en los dos últimos días de 2017.
"La masa de aire ártico continuará fuerte sobre los dos tercios orientales del país hasta el final de la semana”, afirmó a través de Twitter el Servicio Nacional de Meteorología (NWS), que insistió en que se registrarán “temperaturas muy frías y vientos gélidos peligrosos” en esta zona.
El 2 de enero se contabilizaron nuevos mínimos que acabaron con récords mantenidos durante décadas, como el de Dayton, en Ohio, donde los 25 grados bajo cero registrados superaron con holgura la marca previa de 1898; o en Salisbury, en Maryland, con unos 14 bajo cero que rompen el anterior mínimo de 1918.
La institución ejecutó una campaña de orientación para la población afectada, los dos tercios orientales del país, en la que advirtió de la necesidad de realizar un seguimiento de la evolución de la tormenta que azota la costa este y explicó los síntomas que pueden ayudar a diagnosticar una hipotermia. Estas condiciones climáticas, según informó el servicio, pueden generar precipitaciones en forma de nieve y hielo en la costa atlántica, especialmente en el cálido estado de Florida y en Carolina del Norte.