"El año pasado, millones de personas por todo el mundo sufrieron el fruto amargo del aumento de las políticas de demonización", dijo Amnistía coincidiendo con el lanzamiento del informe, por primera vez, en Estados Unidos, concretamente en Washington.
Esas políticas cristalizaron en la respuesta a la crisis de los refugiados en Estados Unidos y Europa, según Amnistía, citando como ejemplo la orden ejecutiva del Presidente estadounidense prohibiendo la entrada a ciudadanos de varios países de mayoría musulmana.