Oscar, hace más de cinco años trabajaba en la empresa en el sector de Té, como operario de logística. Nunca tuvo ni una sola suspensión y sí recibió 4 premios por asistencia y 3 por no tener accidentes.
“El día jueves 18, después de tomar dos colectivos para llegar a horario, me enteré que estaba despedido. Esta “empresa familiar” ni siquiera me mandó un telegrama con anticipación, no llamó por teléfono y tampoco dio explicaciones del por qué".
"Dejaron que madrugue, y que en la fábrica, delante de mis compañeros, sea el molinete el que me despida. Al primer rechazo pensé que era un error. La segunda, ya estaba seguro. Me habían despedido como un perro y sin dar la cara”, sostuvo el trabajador.
“Este caso es un más de tantos que se están viviendo en el país y se corresponden con las medidas de ajuste en todos los ámbitos. Es necesario que se solidaricen y entre todos los bloques se busquen alternativas a un panorama laboral que se está poniendo cada vez peor”, señaló la legisladora local Celeste Lepratti.
Finalmente, los ediles se comprometieron a elevar un proyecto de declaración del cuerpo legislativo local expresando su solidaridad con el trabajador despedido y la situación en general que vienen atravesando las/os trabajadores del sector.