A partir del decreto a nivel nacional se descartará que "aquellos parientes que sean de cuarto grado ascendiente o descendiente -hijos, primos, hermanos o parientes directos- sean elegidos por la decisión unilateral de un diputado".
Esto impedirá que sea un privilegio, "un abuso sin ningún tipo de fundamento", definió Marucci. Las personas que llegan gracias a un pariente lo hacen "sin concurso de por medio de y -a veces- ni van a trabajar... hay extremos vergonzosos".
Para Marcucci lo principal es que haya voluntad política, ya que al tener el decreto la Cámara debe emitir una resolución aceptando las mismas condiciones.