Indicó que la seguidilla de crímenes en la ciudad tiene una vinculación directa con el enfrentamiento de bandas antagónicas que se disputan territorios para la comercialización de estupefacientes.
"Lo que sucede en esta ciudad dista de ser una pelea entre bandas de narcotraficantes. Acá hay dos grupos no muy numerosos que arrastran problemas interpersonales de vieja data y que los dirimen con una violencia letal", aseguró el ministro y remarcó que esa pelea se cobró "ocho de los 27 crímenes que hubo en Rosario en lo que va del año".
Las bandas en disputa están integradas por miembros de dos familias, Funes y Caminos, que arrastran viejas rencillas. "Estamos hablando de dos grupos criminales que se financian, entre otras actividades, con lo que recaudan por el narcomenudeo. Pero se trata de grupos de marginales con escasa organización y cuyos líderes se legitiman con violencia, que sin dudas es muy letal", admitió.